11 de noviembre de 2007

La ñata contra el vidrio (circa fines de 2007)


No, no terminé ninguna otra carrera ni postgrado.


Solamente que una vez más aconteció lo tan temido: Agarré la correa, hice ruidito con ella y mi superyo más colgado vino corriendo meneando su colita. Así que, juntos emprendimos el camino hacia la calle, la libertad... Pero la libertad se vio interrumpida cuando, sin el más mínimo indicio de que en planta baja había frente a mí una puerta de vidrio (cosa que ya tendría que conocer a ojos cerrados), me dediqué (apréciese aquí el verdadero significado de "dedicación") a masticar algo de vidrio. La mancha de jugate conmigo un poroto. Otra que esos récords guinness degustadores de botellas... Ja!


Por mi madre que intenté seguir viaje pero no pude, al menos por unos segundos, hasta que dejé de ver estrellitas y bengalitas y másssssomeno pude focalizar al viejo de la escoba (en adelante, el portero). Yo creo que mis ojos desorbitados dieron un par de volteretas hasta que pude ver cómo el hombre, que estaba del otro lado del vidrio mirando pasar la vida en bondi y alguna que otra pierna en minifalda, se dio vuelta abruptamente, como si creyera que se derrumbaba el edificio (nótese aquí la magnitud del golpe...) y me abrió la puerta. Acto seguido, me consulta: "te golpeaste???". No, señor, sólo que tenía ganas de autoflagelarme y para ser original me di la cara contra el vidrio a 80 km/h, porque dicen que es rico el vidrio así que quise probar un cachito, vio señor? Es más divertido que golpearse sin querer, don.


Sólo atiné a (o el cerebro me respondió para) decir "sí...". Luego de lo cual me agarró una especie de verborragia en la que le explicaba al portero lo que había pasado, que nunca antes me había sucedido, que parecía una escena extraída de algún dibujito animado, y ja ja ja, y ja ja ja.


Medio pavota seguí mi camino, en un zig zag pseudo-ebrio, sin comprender cabalmente al mundo que me rodeaba. No se si es que mi capacidad de papelonear por ahí es más dimensionada de lo que yo imagino pero hoy logré asombrarme de mi misma.


Como si el episodio del vidrio no >hubiese sido suficiente, porque definitivamente con eso ya por hoy estábamos, una vez dentro de la estación de subte, tuve ganas de probar >hacer algo con poco público. ¡Claro! ¡Fue eso! Como siempre lo hago frente a grandes audiencias, también quise probar con pocos espectadores. Ahora, ¿tenía que ser hoy también? Y sí, era mí momento... y el momento del señor de traje. Una vez que hube cruzado el molinete que da paso al andén, caminé, como todos los días, hacia el final, donde frena el primer vagón. No hice más que andar cuatro o cinco pasos que al mini taquito de mi zapato se le dio por hacer un fli-fla triple. Mortal. En cámara lenta ,iba mi cuerpo perdiendo equilibrio hacia atrás, onda Neo esquivando las balas de Mr. Smith. Gracias al bolsillo del saco del señor que justo pasaba por mi lado no corrí peor suerte. No, no terminé desparramada por el piso, pero el buen hombre se llevó un buen susto y un bolsillo descosido en 4 ó 5 puntitos. Un caballero, me agarró del brazo en pleno proceso gravitacional y logré un papelón a medias.


Por esto, y por mucho más, que está por venir, y por todo lo que ya pasó, hoy me gradué de RECONTRA-BOLUDA magna cum laude.


Gracias, gracias. Me debo a mi público que siempre pide más.