23 de diciembre de 2010

Felicidades!

Bueno, como mañana me espera un día de lo más movidito (tanto que ni siquiera tendré tiempo de comprar ningún regalo de último momento), aprovecho este humilde pero cálido espacio para desearle a todo el me lea una muy feliz navidad. Se me había ocurrido comentar acerca del deseo que tuvimos con Sebastian de pasar unas fiestas en familia, sin regalos materiales, disfrutando de un hogar calentito en tiempos de frío viejo y peludo. Pero no. Como dije, tuvimos un "deseo", que no se hizo realidad y Don Capitalismo se hizo presente en nuestros corazones. Ya nos reventamos un par de morlacos en regalitos que mañana adornarán (siempre con amor y cálidamente) el hermoso y verdadero árbol navideño que descansa en el living de mis suegros.

Entonces, una vez más: que sean todos muy felices. Coman rico y en exceso, beban pero con moderación y que los regalos no pasen a ser el motivo de esta celebración, ¿no? Un cachito de derroche está bien, pero sólo un cachito.

FELICIDADES!!!!

10 de diciembre de 2010

Me adelanto

Otro más! Parece que en mi vida estoy destinada a festejar lo mismo 2 veces... No sólo el cumpleaños (Junio y Agosto), la "recibida" de la universidad (Diciembre y Mayo), el aniversario de novios con el Sebas (Enero y Septiembre!). También el aniversario de casados. Sí, dos veces lo mismo. Lo mismo pero distinto. Pero la misma sensación, la misma felicidad que me inunda el alma!

Hoy es 10 de Diciembre y el 12, o sea en 2 días, con el Sebas cumplimos 1 año de casados por iglesia (con festichola incluida). Y como soy ansiosa como una niñita, he decidido postear mi video regalo hoy mismo. Si lo quieren ver, acá les va el link:

http://www.facebook.com/#!/video/video.php?v=482145274039&comments

Hasta pronto!

28 de octubre de 2010

Creo que soy buena gente

Vos sabés, che, que hoy me dio bronca leer tanto odio y chiste negro. Sí, me refiero a la muerte de Néstor Kirchner y hoy me di cuenta de que siento algo de lástima. Nunca me gustaron sus ojos desorbitados, su desfachatez, su chabacanería y hasta su forma de hacer política. Pero nada de eso es excusa para festejar una muerte. ¿Estaré siendo demasiado rigurosa? No sé, pero las cosas que le pasan a la Argentina me afectan de manera exacerbada desde que estoy acá.

Hoy leo todo tipo de bromas, agravios, de uno y otro lado de la línea de fuego. Hoy leo anti-Ks celebrando y esperando que Cristina siga los pasos de su marido; hoy leo pro-Ks reaccionando extremadamente sensibles a cualquier comentario o situación "extraña", como la banda opositora presente en el Congreso para también dar su "último adiós". Sí, tendrán muchos una careta tamaño familiar (quizás todos?), pero por otro lado quiero ser buenita y pensar que quizás nosotros los anti-K podemos ser no-tan-malos. Porque muchos pro-K se quejan: "estos vienen acá a lamer el culo, tienen caretas y la cara de piedra para acercarse". Me cuesta a mí misma imaginarme lo contrario pero, ¿no puede un opositor querer despedir con respeto a un rival? ¿Que no compartan ideologías significa que tengan que odiarse? ¿Que en política no se sepa confrontarse diplomáticamente, que es claramente el caso de Argentina, significa que uno tenga que alegrarse con una muerte? Sí, ya se, muchos me dicen: "¿¡Pero vos creés que de verdad estos falsos sienten tristeza o acompañan de verdad a la familia!? ¡Estos vienen a levantar su imagen!", por ejemplo. Qué sé yo. Quizás. Tal vez. Pero todavía quiero creer que no todos son una mierda. Todavía quiero creer que aunque sea uno solito, sea quien sea, haya ido con el corazón en la mano. Aunque sea uno solito guarde un verdadero respeto por alguien que, y digo esto a pesar de no haberlo votado ni de tener intenciones de votar a su esposa el año entrante, con muchos errores y metidas de gamba, hizo un par de cosas bien. No banqué ni bancaré nunca a los K (la Cristina me genera muchísimo y negrísimo rechazo), pero no celebro este deceso. Ni tampoco que los pro o los contra sean tan intolerantes para con los otros. Así mismo, así como se ladran, se muerden, se torean permanentemente, así es como se construye la Argentina. Así nos va. Qué pena.

 Al menos yo estoy contenta conmigo misma, porque creo que, dentro de todo, soy buena gente.

27 de octubre de 2010

Confundida

Cortito y al pie, hoy no se si sólo siento culpa o es que mi pura almita realmente siente lástima por los K.

4 de octubre de 2010

"Wie du mir, so ich dir"

Así lo aprendí hace 2 días. Y hoy lloro porque quiero aplicarlo, porque estoy a favor de lo que hace no mucho consideraba algo animalesco, inhumano. Pero lo inhumano es esto, es lo que vivo a través de los ojos, es lo que veo con el corazón y me hace pedazos por dentro. Mi país, al que extraño con locura, al que amo también con locura, no está bien. En muchos aspectos... Lloro cada día con las noticias. Y hoy lloré por aquellos cuyas muertes leí en Nación, Infobae, Clarín, éste ó aquel. Hoy quise que todos los responsables llegaran al fin de sus vidas, lenta y dolorosamente, así como las personas cuyas vidas ellos robaron. "Así como tú a mí, así yo a tí", reza mi título.

19 de septiembre de 2010

Nosotros

La mujer RETIENE.
El hombre SUELTA.

La mujer necesita sentirse indispensable, necesaria.
El hombre necesita sentirse admirado.

La mujer enfoca en el proceso.
El hombre enfoca en el objetivo.

La mujer es multifocal.
El hombre es monofocal.

La mujer es auditiva y sensitiva.
El hombre es visual.

La mujer se masculiniza.
El hombre se feminiza.

Nosotros.

7 de septiembre de 2010

Perdida



Estoy perdidamente hundida en el vicio de los caramelos de leche Werther's, la golosina más nocivamente rica del mundo. Gracias por existir, caramelitos.

6 de septiembre de 2010

Pronóstico

20:45 hs. "Riiiiiiiing... Helele lalalaaaaa..."

-¿Hola?
-Hola Palomita, soy SHO –dice el Sebastian, con su argento español.
-¡Hola, mi cielo! ¿Cómo...?
-¡Ay, Palo, de repente estaba corriendo con Andre y me empezó a doler todo! Creo que me enfermé en el avión, una de esas bacterias...
-¿No serán los años? Mirá que solitos no vienen, eh?
-Ay, Palo no estoy para chistes... me siento mal y encima el clima está fresco y nublado.
-¡Ay, mi amor! Bueno, ante todo no hagas mucho esfuerzo, hoy por la noche descansá bien, tomate un tecito, comé bien. ¡No se te ocurra hacer boludeces con los chicos, eh! Mirá que no estás en condiciones, dejá que tu cuerpo descanse antes de desbocarte si no, vas a terminar en casa mañana mismo. Y por favor, ¡abrigáte!
-Sí, mamá.

30 de agosto de 2010

Gente de más acá

Acá tienen una forma muy particular de ser, de vivir, de actuar, de interactuar, de hablar. De todo, bah. Tan particular como lo es la mía, seguramente, ante sus ojos. Y yo me la paso analizando y sorprendiéndome cada día más de lo diferentes que somos todos, de cuan fuertes son las culturas por sí mismas, y de cuan arraigados estamos todos a la propia. Varias veces me pidieron, en broma pero seriamente, que no me olvidara de donde vengo, que no me tiñera de rubia (como si fuera a quedarme estéticamente lindo, no? flor de papagayo), que no me creyera "primermundista", entre otros. Bué, a todos ellos les digo: ni queriendo! Lo que se es, se es. Y como el lenguaje es tan sabio, ha construido un dicho que aquí aplica: aunque la mona vista de seda, mona queda. Ejemplos palpables, hay muchos. Si habrá muchos, que teniendo aquí no más de 5 meses, ya conozco 3. Las dos que presentaré a continuación, son de Brasil y de Italia, en orden de aparición:

Caso "Xuxa". Esta señora tiene partenaire europeo. No es él alemán, sino de origen galo. Y ella cree serlo también. Su forma de hablar, sus ideas, sus gestos. Todo, todo la delata. "Cuando mi marido y Sho dejemos de trabajar, queremos descansar en una casa en Francia, que pronto compraremos, y en nuestro piso en Rio, frente al mar". Con eso medio se presentó, ya que nunca antes había entablado una conversación con ninguno de nosotros. En fin, se olía la goma de la Havaiana desde el Congo Belga. Tuve ganas de preguntarle amablamente si se daba cuenta del pedazo de comino que me interesaba su cuentito. Pero, como mi madre, me hice "amiga del silencio y le entregué la lengua a la Virgen" y comencé a conversar con otro compañero, bastante más terrenal y cercano a la realidad. El muchacho es de Somalía y su historia de vida prometía ser tanto más interesante que los brishos y el glamour de esta "Xuxa". Este chico sí que la padece en gringolandia. Él sí que no tiene ni la más remota intención de convertirse al culto "ario". Y eso que tiene esposa alemana. Alemana de verdad.

Caso "Raffaella". Esta señora es otro material de estudio al que analicé tal como a Xuxa. Raffaella encuentra sus raíces, cómo dije, en Italia. No tiene partenaire alemán, ni francés, ni ni. No tiene, directamente. Pero vive en Hannover desde un par de meses y ya está en condiciones de asegurar que no vuelve a su tierra madre nunca más. Cómo se hace para tomar tan drástica decisión en tan poco tiempo, no lo se. Más aún, qué la lleva a sentir tanto rechazo por la tierra que la cobijó, bien o mal, cómo pudo, hasta no hace mucho. Y no es sólo eso, es también el hecho de cómo posiciona ojos, párpados y mentón cuando te da la noticia: ojos a medio cerrar, mirando con el rabo del ojo (valga la redundancia), mentón a medio subir. Lo que comúnmente se conoce como "oliendo mierda". Sí, te lo dice y en sus palabras hay olor a soberbia, pedantería y bishuterí. Italia le queda chica, se ve. Esta tiene olor a pizza cuatroquesos. Quisiera describir su glamour, pero dañaría la imaginación de quienes lo lean. Basta decir que su remera roja con una sola manga larga y un solo costado sin manga alguna visitó el salón de clases 3 días... seguidos.

Así que, sí, estoy más acá, pero para quienes temían mi mutación, mis cabellos amarillentos, el mentón a más de 90 grados del cuello, sepan que mi corazón está siempre más allá, del otro lado del charco.

24 de julio de 2010

A pasitos, nomás...

Para mí, los aniversarios eran cosas de señores grandes, cosas de familia, de padres y madres. Cada vez que uno tocaba la puerta de mis papás, tempranito en el mes de Marzo, pensaba: "mierda que los viejos duran, eh? Y se bancaron todos estos años... la flauta!"

Hace algo más de un año, pensaba yo en el arroz y en los medicamentos para destruir a tiempo al herpes, que apareció poco antes del 14 de agosto y que, graciadió, no volvió a aparecer hasta el día de la fecha (aunque amagó, el muy turro).

Hoy somos, además de tiburones, 24 de julio. Estoy a pasitos nomás de ser una señora grande, una potencial madre de familia, una esposa como la gente. Estoy a pasitos nomás de festejar, junto con el Sebas, todas las razones por las que hace casi un año le dije que sí, y para toda la vida. Qué lo tiró... ¡nuestro primer aniversario de casados!

21 de junio de 2010

Gente Linda

Su nombre era Michael. Pero todos lo llamaban "Señor Boschmann". Su estatura era promedio y era bastante regordete. Tenía poco pelo, algo grisáceo, por lo que calculo tendría unos 40 años, llevaba una prolija barba en forma de candado y siempre vestía lo mismo: zapatos negros acordonados, jeans gastados, como cansados y trabajadores, sweater gris oscuro y campera de cuerina marrón claro, casi beige. Pero lo más llamativo de su atuendo eran sus anteojos: de marco redondo, como los de john lennon, pero con vidrios cuadrados, dispuestos en forma romboidal, de color naranja muy clarito, casi como el color de un damasco. Los anteojos eran, además, de un tamaño más chico que el de su cara.

El señor Boschmann caminaba a un ritmo normal, con cara de paz, como si no le debiera nada a nadie, como si estuviera en armonía con el mundo entero. Pagaba sus cuentas el primer día hábil del mes y administraba sus ingresos como nadie: nunca le faltaba nada y tenía una abultada caja de ahorros en el banco de la ciudad. Nadie entendía cómo, pues el sueldo del señor Boschmann, a ciencia cierta, era bastante magro. Así las cosas, su cara era la más amigable y su sonrisa la más cálida que cualquiera haya conocido. Pero dejé de verlo hace ya mucho tiempo. La última vez que supe de él fue un miércoles, hace más de un mes, cuando el volumen de su canción favorita pudo haber perforado los oídos de cualquiera y su cantar pudo haber ganado el premio al más desafinado en la historia de la música. Pero estaba contento, y no le importó nada más que su felicidad, cuyo motivo sólo él conoció. "Le habrán aumentado el sueldo, qué suerte, pobrecito" pensé. Pero nunca más evidencié su alegría. Ni la vi. Ni la sentí. El señor Boschmann es mi vecino y hace más de un mes que desapareció de suelo Gifhorniano. Sigue pagando el alquiler, como de costumbre, dentro de los primeros tres días del mes, pero nunca más asomó la naríz ni se lo vio en el edificio. Quizás aún esté pegadito a la pared de mi cocina.
Lo extrañamos, señor Boschmann, dondequiera que vaya o esté, lleve su locura y su distante calidez. Aquí lo recordamos y aún lo esperamos con todo el secreto cariño que usted se supo ganar.

25 de mayo de 2010

Demasiado amor

Sabrán disculpar mi cuasi-"abuelesca" baba por el dialecto castellano que mi marido ha sabido construir durante todo este tiempo y que, sin dudas, seguirá desarrollando con el paso del tiempo.

¿Cómo no sentirse una "abuela" babosa con un "nieto" que te adverbializa un adverbio?

¿Acaso "te amo muchísimomamente" se oye todos los días?

15 de mayo de 2010

El elefantito

-¡En el Zoo de Hannover hay un elefantito nuevo! Nació hace poco. -dice el Sebastian.
-¡¡¡VAMOS, VAMOS, VAMOS!!!
-¿eh? ¿¿¿hoy???
-¡¡¡SIIIII, HOOOOOYYY, VAMOS, VAMOS, VAMOS!!!
-Parááá, loca, calmáte, que llueve y hace frío y tenemos almuerzo familiar de espárragos en lo de mis papás. A lo mejor a la tarde, pero no creo.
-Ufa, bueno, está bien, tenés razón. Me calmo. Si se puede, se puede, si no, no importa. Otro día está bien igual. Total, los elefantes crecen despacito. Y hay espárragos, quiero espárragos con todo mi ser.

(El Sebastian se pone contento, me tranquilicé y él también quiere espárragos, y me mira con una mini sonrisa alemana).

Quince minutos más tarde:

-¿Viste lo del nuevo gobierno de Gran Bretaña? Con semejante quilombo como para que Brown no se fuera a la mierda... -argumento.
-psé... Igual, a mi Brown nunca me gustó. No sé, será su manera de hablar, o que es gordito como un elefante -dice el Sebastian.
-¡¡¡VAMOS, VAMOS, VAMOS!!! -aúllo yo, ganándome el odio de mi marido por el resto de la jornada y la pena de no ir al zoológico hasta que el elefante bebé cumpla 150 años.

12 de mayo de 2010

La bolsita

Lejos de un contexto gastronómico, trabajando en equipo colgando prendas recién salidas del lavarropas, el Sebastian me hizo un pedido de lo más llamativo:

-Necesito URGENTE comprar la bolsita para los huevos. Will you remind me, please? (Traducción: "¿Me hacés acordar, por favor?")
-Sí, obvio… Creo una alarma en el celu para cuando vayamos al super.

Pero no quedé del todo convencida de que hubiese entendido a qué se refería. Claramente no hacía alusión a una cajita de huevos porque en la heladera tenemos 6, cantidad suficiente para los dos. Decidí pensar que mejor le preguntaba, seguramente habría querido decir otra cosa.

-Palo, creo que no entendí lo que tengo que recordarte… ¿Querés comprar más huevos? Mirá que tenemos unos cuantos en la heladera, ¿eh? Pero quizás querés comprar más por alguna razón en particular… ¿o a qué te referías?

-¡La bolsita! What's the name again… para poner los huevos… ¡Esta, mirá! ¿Ves? Necesito más de estas.

Sosteniéndolo a modo de pinza con índices y pulgares, el Sebastian me mostraba un calzoncillo.

7 de mayo de 2010

Oh la la, París... (Extracto de email a mi hermano)

De vuelta de París, aquí ando cagada de frío hoy día y esta primavera/verano que no llega más. Amaga con venir, pero al final siempre termino con saco, bufanda y gorrito. Una picardía.

Como es sabido ya, el fin de semana estuvimos en París. No recordaba lo bello que era... sobre todo Montmartre, a mi parecer el barrio más parisino y pintoresco de la ciudad, ¡qué querés que te diga! caminaba por las callecitas, chiquitas, en subida y en bajada.... no se, me encantó. Lo demás, ¡por supuesto que me deslumbró también! conocía y no conocía, anduvimos en bici todo el sábado con Sebastian, una experiencia espectacular aunque también estresante, considerando que el tráfico en Paris no tiene nada que envidiarle al porteño... bocinas, impaciencia... en fin, detalles característicos de las grandes urbes (¡salvo Berlin!). Pero lo re disfruté igual, me hacía la canchera, iba y venía y en el fondo pensaba "en cualquier momento me hacen panqueque". Gracias a Dios, sana y salva logré yo degustar uno de jambon et fromage y no ser uno de carne. Ah! y otro de nutella, ñam, ñam. Claro, también le entramos duro y parejo al croque mesié, croque madame, croissants y todo producto de boulangerie, que tan ricos y poco sanos son ¡y sin culpa alguna! :)

Con el idioma nos manejamos diez puntos, hubieras estado más que orgulloso de tu hermanita, que se defendió con un imperfecto pero asaz entendible francés. Ahora bien, cuando llegó el momento de preguntar en un puestito de diarios cómo funcionaban las bicicletas, ésta (tu hermanita) vociferó: "Comment fonctionnent les BICICLETTES, s'il vous plaît?". Soy una capa, tremenda argenta adaptando las palabras al idioma extranjero con una facilidad...! El tipo me contestó: "Les vélos? Alors, vous devez aller la et bla bla bla...". En fin, me reía sola luego del episodio.

El hotelucho, un plato. Llegamos y por fuera massssomeno lo habían pintado, estaba prolijo. Ahora, entré y lo primero que ví fueron las alfombras de la escalera medio rotas, ajadas, color bordó con flores... No me hice mucho problema. Llegamos al 3ème étage, abrimos la puerta del año '50 con una llave toda sofisticada y le digo al Sebastian: "ay, me mareé de repente, ¿me habrá bajado la presión?" a lo que éste responde: "no, Palomita, ¡la habitación está en declive!". Así como lo leés, la habitación estaba en declive. Estuve los 3 días con miedo de que se derrumbara a la miércoles el hotelito de Montmartre. De todas maneras, se la bancó. Dormimos sobre sábanas blancas y la ducha era calentita (aunque la bañera midiera 1,5 mts de largo). Lo único que al Sebastian le desilusionó fue el desayuno, no por lo comestible sino porque el café era, a las claras, Nescafé instantáneo de los que venden en el super a precio exorbitante. No entendemos todavía dónde estaba el ahorro allí. Y no es que tuvieran dinero para despilfarrar, eh? Una mañana pensaron que nosotros no teníamos desayuno incluido y otra pareja les aviso de sopetón que desayunarían allí y tuvieron que salir corriendo a la panadería de la esquina a comprar cruasán y baguét para prepararnos nuestro petit déjeuner. A eso le llamo yo tener clase.

Y bueno, paseamos muchísimo. Caminaaaaaamos laaaaaargas horas y recordé cuando fuimos con vos allá por el ´97. Re-lindo. Fuimos a la Tour Eiffel, al Louvre y a ninguno de los 2 accedimos porque la cantidad de gente que había era llanamente irritante. Había colas de, fácil, 4 ó 5 cuadras. Ni locos. Cuando vas con poco tiempo no podés perder tiempo en colas... preferimos seguir paseando y si vamos nuevamente en alguna otra oportunidad, entraremos en ambos lugares. Donde sí entramos fue en la Conciergerie, que es más linda por fuera que por dentro, aunque pisar historia es realmente impactante; saber que allí pasó sus últimos Marie Antoinette, entre otros, antes de su ejecución, es impresionante. En realidad tuve esa sensación de estar pisando y oliendo historia todo el tiempo, desde que llegué hasta que me fui, cuando salimos de la Basílica de Saint Denis, uno de los lugares más lindos y profundos que visitamos. Sin subestimar la belleza ni contenidos de Saint Sulpice (bellísima!), Saint Germain de Près, Saint Augustin, Sacré-Coeur, por supuesto y la mismísima Notre-Dame.
Paseamos también por los Jardins de Luxembourg, donde un guardia nos bajó de las "biciclettes", por el Panthéon, les Invalides, la Madeleine, etc etc etc. Todo lleva tiempo, y la próxima vez seguramente entraremos en más lugares para conocerlos más íntimamente. Por ahora, te dejo este link con las fotos de París, para que veas por dónde anduvimos. Espero que te gusten!!!

http://picasaweb.google.com/patricia.barbanente/PARISPatiSebasMay2010#

Contame como va todo por allá, por acá todo bien, ayudando a Sebastian a preparar el cumpleaños 60 de la mama que es el sábado, y tiene amigos invitados a la casa para festejar. Así que ocupada y cansadita pero bien!!! :) By the way, tu "cuña" te manda un abrazo fuerte.

Bueno, voy a seguir ayudando con las cosas que hay que comprar, hace un frío! No quiero ni salir, acá estoy calentita pero bueno, un esfuercito por la suegrita... no se si se lo merece pero bué, yo soy buenita igual :)

Te quiero, besos!!!

Pati, la hermi.

4 de mayo de 2010

Cara de sepia


Pintoresca y sofisticada, para mí, Paris tiene cara de sepia.

26 de abril de 2010

Arrorró

Hay ruidos por acá que de tan silenciosos, me adormecen. Me da un placer inmenso escucharlos, y siento deseos inmediatos de roncar. Les cuento de qué ruidos se trata:

1) Ruidos en el tren. Resulta que los trenes de acá tienen una acústica de esas que mi amigo Federico logra en su sala de ensayos musicales. Los asientos son de una especie de felpa, acolchaditos y los pisos, alfombrados. Además, cada vagón es un compartimento y en ambos extremos tiene puertas corredizas de vidrio que los separan de las escaleras de ascenso y descenso de pasajeros. Cuando la gente lee un libro, o el diario y pasa una tras otra las hojas en tal contexto, mis ojos se van cerrando leeeeentamente hasta perder la conciencia. Pero lo que me gana por knock out es el tren parado (porque si bien al andar no hace ruido prácticamente, cuando está detenido en alguna estación, el silencio es exquisito). Cuando no detecto movimiento y escucho a la gente susurrar (mi perdición), no duro ni un pestañeo hasta dormirme. Y si te pega el rayito de sol por la ventana... cuánto mejor! Y después contame la de Tony Kamo...

2) Ruidos de tren en el departamento: No se si conté que nuestro depto está en un 2do piso, y da a las vías del tren. El convoy que pasa por allí es chiquito, porque conecta pueblos con la capital del "condado" (Gifhorn, donde vivimos nosotros). El día antes de mudarnos, la mamá de Sebastián me dijo: "estoy un poco preocupada porque no sé si vas a poder dormir bien, por el ruido del tren...". Me fui pensando en eso y pensaba que si mi primera noche ahí iba a ser víctima del quetrén, quetrén, quetrén, quetrén, se me venía un martes 13. Se lo comenté al Sebastian y se me cagó de risa. Me dijo, "cuando lleguemos a casa, esperamos un tren en el balconcito y vemos qué pasa". No entendí nada hasta que, finalmente, ví un tren venir a lo lejos. Y se acercaba y me preguntaba, ¿será una visión? ¿por qué no lo escucho? ¡lo veo y no lo escucho! Sí, el tren pasó por debajo de mi ventana sin decir ni mú. Me pregunté si las ruedas estarían hechas de goma o algo así, pero en lugar de seguir indagando, me dediqué a escuchar. Me di cuenta de que ese mínimo sonido del tren era una caricita adormecedora de día o de noche. Un placer.

3) En lo de los suegros: Los papás del Sebastian viven en un pueblo por el que pasa un río, el Oker. Resulta que, según cuenta el papá, el terreno sobre el que está construida la casa le costó muy poco, porque no era una zona demasiado residencial 15 años atrás. Hoy, tener una casa al borde del pequeño río es una belleza. Mejor aún, si tu suegro es arquitecto e hizo los planos de la casa prestando especial cuidado a que los vientos fríos no penetren su patiecito. ¿Qué significa esto? Que el jardín de la casa de los suegros es un microclima. Cuando hace frío pero hay sol, en el jardincito sólo se siente el sol, por lo que el placer de sentarse allí a tomar un café después del almuerzo, con el sol pegándote de frente en la cara y el pío pío de los pajaritos es otro cachetazo adormecedor. Me recuerda a mis siestas en mi patio de Bahía, cuando volvía del colegio, almorzaba y me iba al solcito a hacer una siestona. HER-MO-SO.

4) Por último, auto del Sebastian: El papá del Sebastián nos cedió su auto, porque ahora tiene uno semi-nuevo que consiguió a precio irrisorio. El auto en el que ahora nos movilizamos nosotros es otra de mis cunas, por una sola razón: tiene asientos que, en clima frío/fresco, te calientan las pompis. Es automático, siento el calorcito en el poto y los párpados me pesan una tonelada. Arrorró mi niña...

Evidentemente tengo una facilidad suprema para el descanso, pero lo mencionado precedentemente haría dormir a cualquiera, seguramente. Una vez más, otra linda razón por la cual venir a visitarme a Alemania!

19 de abril de 2010

La bici (a.k.a. Fahrrad)


Resulta que ahora tengo bici y parece que me queda re-linda. Una vez más, el Sebas me hace sentir la más linda de todas, aún cuando mi enorme trasero rebalsa las capacidades del minúsculo asiento de la bicicleta. Días atrás, una vez más con su tiernísimo español, me dijo: "qué lindo vos sos en la bicicleta".

Creo que desde mi adolescencia que no pedaleo una. Me subo y todavía temblequeo los primeros metros. ¡Qué feliz que me hace andar en bici! No recordaba lo lindo del pedaleo y meta pedaleo sin tener un rumbo fijo. Encima hace bien a la salú.

Estoy entusiasmada porque es una bici cómoda, grande y con canastito adelante, como para ir de compras y poner lo adquirido en el super ahí (cosa que ya hice, sólo para poder darle uso). Es una bici reciclada, porque según me contó el papá del Sebastian, estuvo durante un año entero en la vereda de no se dónde, a modo de residuo. Entonces, Achim se la apropió y la mandó al bicicletero de la ciudad aledaña para que la dejara como nueva. Y así fue, la bici está radiante y es de lo más bonita. Y eso que no es una locura a simple vista, pero es lo que genera lo que la hace tan especial. ¡Y tiene una lucecita adelante que se prende con un dinamo! Se usa cuando anochece, ya que acá son muy estrictos con el tema del manejo de cualquier vehículo. Me dijo el Sebas que si te agarran con la lucecita apagada de noche o si te mandás alguna maniobra medio peligrosa, la Polizei (policía en alemán, se pronuncia "politsái) puede pararte y pedirte que sigas tu camino a pie con la bici o incluso dejar la bici allí y seguir caminando sin ella. Y si te agarran con unos traguitos de más en bici, pueden quitarte hasta tu propio carnet de conducir autos. Qué tul.

Mi bici es de color cremita, con las manijas del manubrio y el asiento en marrón. Tiene, además, cambios y una bocinita de las que se usaban antes. Una locura. ¡y se usa! Acá hay bicisendas en todas partes, están marcadas en rojo y algunos bici-andadores pueden fruncir el ceño si les ocupás su lugar. Pero la mayoría no, te tocan la bocinita si vienen de atrás, y cuando les das paso te dicen "Dankeeee!" a modo de cantito. Porque acá hay palabras que se cantan, no se dicen. Pero eso es otro cuento. Por ahora, Yo seguiré pedaleando las veces que pueda, para volver a ser niña de a ratos y para que el Sebastian me siga diciendo lo linda que me veo!

12 de marzo de 2010

Aplica

I farted and then I smelled it and liked it. (C.A.)

Erótica

Se le dio de beber veneno a Eros: éste, ciertamente, no murió, pero degeneró convirtiéndose en un vicio.

11 de marzo de 2010

Bombachillo

El mate ya no se toma con bombilla. El mate se toma, ahora y según el Sebastian, con "bombachillo". ¿De dónde sale tanta ternura?

10 de marzo de 2010

Basta de apoyo, caramba

"Apoyar", en el sentido literal de la palabra, significa hacer que algo descanse sobre otra cosa. Simple. Pero no es así de simple, ni mucho menos agradable.

Estoy harta de tener un culo sobre el que descansan miembros de masculinos desconocidos. Me tienen harta todas esas personas cochinas que, ante un inadvertido roce, depositan todo su cuerpo de su cintura para abajo sobre mi cuerpo de mi cintura para abajo. Con disimulo, casi sin que yo misma lo note, estos degenerados pegan su respiración a mi nuca y su jean al mío.

Ayer fue la quincuagésima vez que me sucede: Subte A, 6:45 pm, entre estaciones Pasco y Plaza Miserere, un señor que peinaba cuarentonas canas decidió "apoyar" lo que tiene entre las ingles contra mis cuartos traseros. Sí, sentí mucho asco y sensación de violación, no se. Me perturbó y no atiné a decir ni hacer nada. Eso sentí no bien tomé conciencia de lo que pasaba. Porque el vagón venía hasta la manija, entonces uno confunde las apoyadas con el tumulto y los apretujones. Y este turro aprovechó la marejada para satisfacer sus deseos solapados y siniestros. Porque esas personas son siniestras. Y me dan asco.

Empezó a arrimar el bochín en estación Pasco. Entre ésta y Alberti comencé a notar cuán desagradablemente cerca lo tenía. En estación Alberti, ya estaba pegado con cola de carpintero a mis pantalones. Entonces me di cuenta de que tomó mi dignidad sin pedir permiso y decidí tomar acciones al respecto. Bajó gente, me separé y me puse de costadito. Misión cumplida, el cochino no me jode más. Pues no, este sujeto no pretendía darse por vencido y se prendió cual garrapata a mi cadera derecha. Ya cansada de tanta cochinada, decidí hacer justicia por mano propia: me agaché un poquito, tomé mi mochila que estaba entre mis piernas y dirigí violentamente uno de los costados hacia su entrepierna con tanta puntería que se escuchó un ahogadísimo "uuuhh..." del individuo en cuestión. "¡Golazo!" pensé maliciosamente y me regodeé sin disimulo, con una sonrisa diabólica. "Basta de apoyo, caramba" me dije. El tipo se bajó en Plaza Miserere, mirándome con el rabillo del ojo y, casi con seguridad, con un intenso dolor de gemelos.

Orgullosa y con aires de heroína, seguí mi camino. Yo misma salvé mi dignidad. Palmadita en la espalda y clap, clap. Sé que quien me lea, me apoyará. Menos el pibe del subte.

Mi marido, el tierno

Tengo un marido que me engendra ternura. Su castellano intermedio, con el fonema "sh" para una doble L o una Y seguida de vocal, el "re" bien utilizado, la dificultad eterna para pronunciar nuestra R, los verbos a medio conjugar, la incongruencia de géneros y las palabras inventadas son fuente inagotable de ternura.

Me enternece tener un marido que me dice: "qué hemoso vos sos". Y punto.

Casi como Juan Pablo

Hoy tengo dolor de barriga. Me desperté con tiempo suficiente pero se ve que calculé mal. Pensé que una ducha, luego la cambiada correspondiente y un lindo desayuno de comida y noticias cabrían en 1 hora. Pero no, no cupieron. Y el que se vió más afectado fue el último, el lindo desayuno, que terminó siendo el responsable de mi malestar estomacal.

Siempre digo que no hay comida del día que me de más felicidad que el desayuno. Yo amo desayunar. Me encanta el olorcito a café, el aroma de las tostadas (tienen aroma a amor y sonrisa), el sabor de las mermeladas, todo. Y acompañado del noticiero, aún mejor.

Pero cuando la vorágine de las mañanas porteñas envuelven a mi desayuno, me pone de malas. Porque no solamente afecta la felicidad que mi desayuno me da más un subsiguiente dolor de barriga, sino que camino pensando que en cualquier momento termino como Juan Pablo.

8 de marzo de 2010

Juan Pablo (pongámosle Pérez)

Ayer a la noche, en el 15, venía Juan Pablo de pasar toda la tarde con amigos en una quinta de zona norte. Tomó sol, se metió en la pileta y seguramente habrá peloteado, corrido, gritando y reído con sus secuaces. Yo volvía de mi encuentro con Estefi (luego de haber ido a Ezeiza con Sebastian) y de todo aquello me enteré rato después de que mi deseo de escuchar la música de mi Ipod se viera truncado por los gritos de X1 al colectivero: "¡¡No arranques, no arranques que hay una persona descompuesta!!" Obvio, mi espíritu inquieto y curioso quiso ver de qué iba todo el show. Y sí, había nomás un muchachito menudo, asustado y tembleque tirado en el suelo con ojos llorosos. Les presento a Juan Pablo.

Juan Pablo tiene 27 años, como dije menudito, de poco pelo y tiene HIV. Aunque esta condición no tuvo nada que ver con lo del colectivo, tengo la sensación de que los fármacos que toma hace 10 años para combatirla hicieron estragos en su cuerpo. Contó que hace 1 año que está de novio con Fabián, un médico que no bien se enteró de lo sucedido, emprendió camino hacia el hospital al que lo llevarían más tarde. Ellos vivieron un tiempo en una calma ciudad de México, lo cual le hizo difícil volver a adecuarse al clima caótico de esta ciudad loca, loca. Vivían y trabajaban allá, en algo relacionado al turismo si no entendí mal. Estimo que lo de Juan Pablo fue un lindo ataque de pánico.

Unos 30 minutos más tarde de comenzado el espectáculo llegaron la policía y la ambulancia. Los polis... como es de esperarse, con tacto cero para el habla y los gestos. El doctor, calmo, conciso y firme a la hora de decirle a Juan Pablo que necesitaba que hiciera fuerza para llegar a la ambulancia. Y Juan Pablo se levantó. Y luego caminó. Y con esfuerzo (porque sus extremidades estaban totalmente entumecidas) llegó a la ambulancia. Me ofrecí a acompañarlo, porque no tenía nada que hacer y me imaginé lo feo que debe sentirse estar solo en una situación como esa. Y fui. Y conmigo, otra chica buena onda: Paula.

Llegamos al Fernandez, a la vuelta de Parque Las Heras, y Juan Pablo no podía mover sus endurecidos músculos. Entre 3 ayudamos a que llegue a la cama que lo aguardaba. Llegó por fin y nos mandaron afuera. Paula y yo entablamos una conversación mientras esperábamos que Fabián, la pareja-médico de Juan Pablo, asomara por alguna puerta. No más de 10 minutos más tarde, divisamos y escuchamos a un muchacho en la recepción: "Mi nombre es Fabian y recién trajeron a Juan Pablo (pongámosle Pérez) desde Santa Fe y Juan B. Justo". Paula y yo dimos un brinco verbal, nos presentamos y entregamos las pertenencias de Juan Pablo. Fabián nos agradeció profundamente, nos tomó los teléfonos y caminó rápido al encuentro de su medio pomelo. Paula y yo emprendimos, finalmente, camino a casa. Compartimos taxi y en el camino compartimos historias e información personal. Me bajé primero y con un suspiro bien hondo me dirigí a casa con la poca energía que me sobraba. Cuando llegué, acomodé un par de cosas, me cambié, prendí el tele y me puse a mirar la entrega de los Oscars hasta quedarme dormida.

Un día agitado cuando más lo necesitaba. Porque cuando vuelvo de Ezeiza, sólo necesito distracción. ¡Y si que me distraje lindo!

4 de marzo de 2010

Por las nubes

No, no voy a hablar de los precios de la carne o de la lechuga. Tampoco de los precios de la leche y derivados lácteos. En síntesis, no voy a hablar de ninguna cosa que tenga precio en Argentina.

Hace una semana que ando por las nubes. Tooooodo lo que hago y digo tiene que ver con las nubes.

Hace une semana que no duermo.
Hace una semana que, por ende, hago foco cero en el trabajo. Por lo tanto, estoy en las nubes.
Hace una semana que no dejo de pensar qué haré mientras el Sebastian esté en Alemania (destino al cual llega luego de unas cuantas horas de volar por las nubes)
Hace una semana que sé que no conservaré mi actual empleo una vez asentada de aquel lado del charco, razón por la cual, vivo en las nubes pensando en qué ocuparé mi tiempo hasta que consiga un trabajo (por suerte hay muchas cosas que hacer).
Hace una semana, además de lo personal, que vivo pensando a modo de nube cómo hacer para que mis consultores lleguen a tiempo a sus reuniones de negocios luego de un fugaz (o no tan fugaz) vuelo por las nubes en coach o business class. Absolutamente todos los días que ya lleva esta semana, estuve inmersa en un despelote de itinerarios con más de un millón y medio de cambios, cancelaciones, etc. Y mis puteadas se escuchan hasta en las nubes.
Hace una semana que vengo diciendo "Dios mío" por cualquier cosa, porque estoy sensible. ¿Dónde vive Dios? En las nubes.

Decí que las nubes son hermosas. Al menos todo tiene una referencia dulce y suave.

Sí, lo se. Soy un cielo.

4 de enero de 2010

Mamaíta, la esopo

Según diría mi madre, la esopo posmoderna:

El viento mueve las hojas. Se percibe el ruido de ellas, el canto de los pájaros ; las abejas obreras incansables vienen a buscar el néctar de mis flores. El aroma inconfundible de mi jardín invade el espacio, ayudado por el aire.

"Mi PAJARITO CANTOR" se fue, siempre se iba, pero ahora es una situación diferente.

"EL PALOMITO" la cuidará y la amará mucho seguramente.

EL CONEJITO guardará sus deditos para, algún día, volver a decir: CONEJITO, CONEJITO ... ARRIBA CONEJITO ... hola ... buen día ; será a otro SER, que ojalá sea producto del AMOR.

LOS PERROS olfatean los lugares donde estuvieron, luego echados a mis pies me dan su calor, que hoy precisamente el clima no favorece, pero ... es un mimito.

EL CANARIO guarda silencio. Él es Extremista: o me aturde con sus notas musicales o se encierra en un mutismo.

EL PAJARO DORMILÓN, en su habitación hasta las 13hs. Grandes Sentimientos habitan en su cabeza, expresados a veces como niño, otros con silencios, otros con torpeza. ES UN GRANDE CÓMO NOS QUIERE A TODOS, SUS SENTIMIENTOS NO TIENEN ESCALA DE EVALUACIÓN.

EL LEÓN DE LA CASA no está físicamente, pero sigue dando FUERZAS Y ENERGÍAS, desde sus CENIZAS Y ALMA, junto a DIOS, de eso estoy re segura.

LA MAMA GALLINA formó su nido en épocas NO GLOBALIZADAS, por eso su lucha entre la RAZÓN y el CORAZÓN es tan fuerte, pero como en toda fábula hay una MORALEJA ...

APOSTAR A LA VIDA, GANARLE CON FELICIDAD, CON FUERZA, CON HONESTIDAD. REZAR MUCHO POR LA PAZ INTERIOR DE CADA UNO Y caminar ... caminar sin olvidar al BURRO, que llega a destino, aunque se esfuerce y esté cansado.

TAMPOCO OLVIDAR AL GATO, imitando su conducta dulce, cariñosa y demostrativa cuando quiere a alguien.

Y ... NUNCA ARREPENTIRSE DE PAGAR EL PRECIO DE SER DIFERENTE Y NO MASIFICADO.

LA ESOPO INSAURRALDE