15 de agosto de 2009

14 de Agosto

Nuestro Civil!


Hoy es 15 de Agosto. Hoy es sábado. Hoy tengo anginas y mocos. Hoy soy la Señora del Sebastian.

Ayer me desperté a las 4 de la matina. No pude volver a dormirme, pero igual me quedé en la cama. A eso de las 8, decidí salir de la cama con un esfuerzo sobrehumano. Me estiré, sentadita, y bostecé profundamente. Saqué las patitas, ellas buscaron las chancletas y emprendí camino al comedor, a buscar las toallas colgadas. Me metí al baño, abrí la ducha y me zambullí bajo las gotas de lluvia. Disfruté de un hermoso baño, me cambié y fui a la peluquería, a hacerme una cola de caballo. Estuve lista después de una hora reloj de brushing, plancha, prueba, error, prueba, error con el estilista que me recomendó mi amiga Charol, por el cual muere de amor. Y no la culpo.

A eso de las 11, caminé por la vereda del sol de vuelta a casa. Llegué, tropecé con un cumplido de mi entonces futuro esposo, y me puse manos a la obra con el maquillaje. Base, corrector, polvo, sombra, rimel, rouge, delineador. Puf. Listo, quedé "rrrrrre hemosa", dice el Sebastian. Le creo y me la creo. Nos cambiamos, nos emperifollamos, nos perfumamos violento y llamo el taxi. Me pongo el saco nuevo, divino, pero me cago de calor. Igual me lo dejo, porque me lo compré exclusivamente para el evento.

Llega el taxi, lo abordamos, viajamos, ¡llegamos! Ahí está mamá, allá está Diego, allá está la tía. ¡Y todos los demás también! Qué felicidad, vinieron muchos amigos. Muchos cumplidos más, muchos besos, abrazos y fotos. Entregamos los documentos de todos los involucrados en el proceso y esperamos a que nos llamen, cuidando que no nos garquen las palomitas que se balanceaban en el cable de arriba. Nos llaman para entrar. Entramos, nos acomodamos, preparados, listos, ya. Comienza la función, se encienden luces, cámaras, acción.

Intérprete, jueza, testigos, risas, llantos, firmas, aplausos. Listo, ¡somos marido y mujer! Y se siente hermoso... Tan hermoso que la felicidad me embriaga. Una hermosa libreta roja, arroces, más fotos, más besos y abrazos y un hermosísimo almuerzo. Las violetas fue nuestro anfitrión. Y el mozo de gomina furiosa.

Pastas, carnes, vegetales, bebidas con y sin alcohol. Y algún que otro postre. Y un discurso del novio y otro de la novia. Café, y a dormir la siesta.

Llegamos a casa a eso de las 6. De dormir, olvidáte. Pasados de rosca, nos tiramos en la cama 15 minutos para descansar pies y cerebro. Al cabo de ello, nos calzamos ropa más informal y partimos rumbo al teatro, a ver y escuchar el fantasma de la ópera, regalo de mi hermano. Hermoso todo, cenamos pizza y directo a lo de Grace. Café, cosas dulces, charla a medias y de regreso a casa, a dormir por fin.

Ya un día después, nos pusimos los pijamas, nos dimos un besito de las buenas noches, y apoyamos la cabeza en la almohada. A dormir, que el 14 de Agosto es ahora parte de nuestros más hermosos recuerdos.

1 comentario: