28 de octubre de 2010

Creo que soy buena gente

Vos sabés, che, que hoy me dio bronca leer tanto odio y chiste negro. Sí, me refiero a la muerte de Néstor Kirchner y hoy me di cuenta de que siento algo de lástima. Nunca me gustaron sus ojos desorbitados, su desfachatez, su chabacanería y hasta su forma de hacer política. Pero nada de eso es excusa para festejar una muerte. ¿Estaré siendo demasiado rigurosa? No sé, pero las cosas que le pasan a la Argentina me afectan de manera exacerbada desde que estoy acá.

Hoy leo todo tipo de bromas, agravios, de uno y otro lado de la línea de fuego. Hoy leo anti-Ks celebrando y esperando que Cristina siga los pasos de su marido; hoy leo pro-Ks reaccionando extremadamente sensibles a cualquier comentario o situación "extraña", como la banda opositora presente en el Congreso para también dar su "último adiós". Sí, tendrán muchos una careta tamaño familiar (quizás todos?), pero por otro lado quiero ser buenita y pensar que quizás nosotros los anti-K podemos ser no-tan-malos. Porque muchos pro-K se quejan: "estos vienen acá a lamer el culo, tienen caretas y la cara de piedra para acercarse". Me cuesta a mí misma imaginarme lo contrario pero, ¿no puede un opositor querer despedir con respeto a un rival? ¿Que no compartan ideologías significa que tengan que odiarse? ¿Que en política no se sepa confrontarse diplomáticamente, que es claramente el caso de Argentina, significa que uno tenga que alegrarse con una muerte? Sí, ya se, muchos me dicen: "¿¡Pero vos creés que de verdad estos falsos sienten tristeza o acompañan de verdad a la familia!? ¡Estos vienen a levantar su imagen!", por ejemplo. Qué sé yo. Quizás. Tal vez. Pero todavía quiero creer que no todos son una mierda. Todavía quiero creer que aunque sea uno solito, sea quien sea, haya ido con el corazón en la mano. Aunque sea uno solito guarde un verdadero respeto por alguien que, y digo esto a pesar de no haberlo votado ni de tener intenciones de votar a su esposa el año entrante, con muchos errores y metidas de gamba, hizo un par de cosas bien. No banqué ni bancaré nunca a los K (la Cristina me genera muchísimo y negrísimo rechazo), pero no celebro este deceso. Ni tampoco que los pro o los contra sean tan intolerantes para con los otros. Así mismo, así como se ladran, se muerden, se torean permanentemente, así es como se construye la Argentina. Así nos va. Qué pena.

 Al menos yo estoy contenta conmigo misma, porque creo que, dentro de todo, soy buena gente.

1 comentario:

  1. A mí me pasó lo mismo. Yo lo detestaba a Kirchner. Me parecía que estaba loco y que era mala gente: una combinación nefasta. Pero también sentí verguenza de que algunos se mofaran de su muerte. Sabés Pato que hubo gente que tocó bocina en señal de festejo. En facebook vi cosas como "Reventaste como un sapo" y por el estilo. En fin. Yo creo que en todo esto tiene algo que ver Dorita Petz.

    ResponderBorrar